Todo movimiento
artístico tiene sus referencias en otros parámetros de tipos social, científico
e histórico. Recordando la antesala del modernismo podemos referir al neoclasicismo
como la inteligencia creadora, cuyas obras eran perfectamente formales. Así mismo,
lo precede el romanticismo despertando la sensibilidad creadora, dándonos un movimiento con una herencia de obras artísticas plenas de
libertad y donde el corazón del escritor está puesto en ellas.
El modernismo se presenta como el movimiento de la imaginación creadora o fantasía, construyendo obras de deslumbres y caprichos, de sortilegios y embrujos, donde el hombre viaja por paisajes de ensueños, seres extraños y naturalmente exóticos. Es un movimiento que busca la síntesis que aún no acaba de lograr.